Congosto del Cajigar

El Congosto del Cajigar ha dado identidad a la historia de Tolva y anteriormente de Fals. Este estrecho paso esculpido por la erosión fluvial del río Cajigar motivó la elevación del castillo de Fals, que en su esqueleto actual aún vigila desde las alturas los pasos de los turistas.

El atractivo natural y geológico de este enclave es actualmente el foco turístico de mayor relevancia del municipio. La adaptación de un sendero y su señalización llama a una excursión familiar entre fauna y flora de ribera y vestigios antropológicos de la historia de la población. La labor desinteresada de Teresa Frotón y Carlos Juanco limpiando y decorando la ruta es la responsable de este incentivo.

Rumbo al sur y siguiendo las marcas del GR, que pronto gira hacia la derecha tras pasar una oquedad, se desciende hasta el río. Se descubren las primeras plantaciones de abetos, fechadas en época de posguerra para su venta navideña, explotaciones abandonados. El primer hito a resaltar es la roca de la Piñana, donde el río se paraliza en una pequeña poza.

Tras pasar una pequeña pasarela se alcanza la Manroya, inicio del camino de ascenso al castillo, y roca tricolor formada por los pliegues de alto interés geológico. Un puente metálico cruza el cauce para transitar por la otra orilla entre viejas huertas y bajo los roquedales donde anidan rapaces. Es fácil escuchar variedad de pájaros o cruzarse con mamíferos como jabalíes, corzos, jinetas o zorros.

Tras pasar el basal se alcanza el antiguo molino harinero 'El Moli'. A los lados brotan abandonadas huertas y encima de una cresta de piedra la silueta del castillo de Fals que nos seguirá entre el badeo del río irregular según la época del año. La amplitud de va cerrando alcanzando un último llano arenoso en la confluencia con el Riu Sec antes de alcanzar la parte más estrecha en la que se inicia el descenso del barranco.