Al terminar el sendero del Congosto se inicia una cerrada garganta acta para la práctica de la iniciación al barranquismo. La primera parte no tiene ninguna dificultad, caminando sobre las aguas hasta llegar bajo un enorme bloque empotrado que se puede superar por debajo con precaución.
Después hay una colmatación de piedras que provoca la precipitación del caudal y un primer rapel de ocho metros. Sigue un corto rápel de 3 metros por la cornisa de la izquierda o un destrepe o salto por la cascada de la derecha, según el caudal.
Un nuevo salto de dos metros a una profunda marmita da acceso a la zona más oscura de la galería, donde apenas pasa el sol ni al mediodía. El desfiladero se va abriendo poco a poco sobre más bloques empotrados hasta alcanzar el último tramo más amplio que alcanza la apertura hacia Ciscar.
Es necesario llevar una cuerda de al menos veinte metros y material de instalación de repuesto